Montura gruesa azul noche, líneas marcadas y una actitud que dice “no necesito permiso para destacar”.
Con un diseño que mezcla la fuerza de lo clásico con un guiño moderno, estas Tom Ford son para quienes saben que los detalles sutiles también pueden ser rotundos.
Lentes azuladas que no solo filtran la luz, también filtran dramas.
El icónico detalle metálico en las varillas añade ese punto sofisticado sin perder naturalidad.
Son gafas con presencia, pero sin pretensiones.
Y lo mejor: no entienden de género, etiquetas ni modas pasajeras.
Se llevan como se vive en Óptica Divergente: con autenticidad.
Si estás en Bueu o te gusta llevar estilo gallego allá donde vayas, estas gafas están listas para salir contigo.
